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lunes, 7 de julio de 2014



Remo: 
Observaciones y posibles intervenciones 




El modo en que se transitan los momentos previos a la competencia influyen en el desempeño que vaya a tener un deportista. Pero frecuentemente son minimizados o no tenidos en cuenta en todo su dimensión. Estamos acostumbrados a que los atletas se preparen física y tácticamente, pero no psicológicamente.
Los estados de pre arranque son el cúmulo de experiencias y disposiciones emocionales que se experimentan ante la cercanía de un evento. Tienen un carácter anticipatorio y permiten a la psiquis del deportista una respuesta previa, preparatoria a las condiciones de la competencia. La intensidad, duración y características van a depender de la personalidad del atleta, la importancia del evento y la experiencia y nivel de preparación que éste tenga. Es de capital importancia para lograr un óptimo rendimiento que el deportista tome conciencia de cuál es su estado emocional previo para poder operar con él. De cómo el deportista transite estos momentos precedentes hará que llegue en estado óptimo a la largada y pueda realizar un papel acorde a sus posibilidades o por el contrario llegue a "media máquina" o lo que es peor aún que ya esté "quemado" antes de comenzar.
Las emociones impactan el cuerpo tanto en su musculatura como en sus vísceras. Un alto nivel de agitación provoca que el cuerpo esté contraído, poco flexible, “corto”, a su vez la respiración es superficial y entrecortada, la tasa cardíaca aumenta, al igual que la sudoración. A nivel mental: la concentración  puede ser lábil, saltando de un estímulo a otro, puede registrarse una sensación de descontrol, irritabilidad y autodiálogo negativo entre otras. A nivel motor puede registrarse incoordinación, torpeza, movimientos involuntarios e inquietud. En el video se observan algunos de estos signos en el representante de República Checa, los reiterados movimientos que realiza con sus piernas y sus manos. Eso puede deberse a una inadecuada preparación mental. Una buena disposición psicológica puede contar con: ejercicios de respiración (útiles tanto para activar como para bajar un cambio) ejercicios de relajación en el caso de que se estuviera tenso, ejercicios de visualización (o ensayos mentales) y también un uso deliberado de recursos musicales.
En la largada se observa al representante de Eslovenia que está doblado hacia adelante. La postura de estar con los hombros hacia adelante y el pecho hundido puede deberse a la sensación de incapacidad para llevar adelante una tarea. El estar contraído en la zona abdominal provoca que la entrada de aire sea escasa y a la larga ocasiona agitación a la vez que lleva a la realización de una remada más corta.
Por el contrario en el representante de Suiza pueden observarse unos movimientos que tienden a la fluidez del cuerpo, movimientos rítmicos que conjugan tanto los hombros, el torso como la cintura y las piernas.  Cuando el cuerpo está relajado realiza los movimientos de una manera coordinada, fluida, sin riesgo de lesiones ni calambres. Tener erguida la cabeza y la columna en posición adecuada hace que los pulmones se expandan y pueda utilizarse al máximo la respiración, con todos sus beneficios: anímicos, a nivel muscular y en la oxigenación cerebral, esencial en la toma de decisiones.
Al representante de Canadá, quien se mantiene liderando la regata hasta los 1.500m, se lo observa como no pudiendo "sostener" la cabeza. El entrecomillado es adrede puesto que puede tratarse de fatiga o tener también su correlato en lo mental. Que se le vaya la cabeza (pérdida concentración, disminución de autoconfianza, inicio de autodiálogo negativo) ante la levantada inesperada del competidor suizo. El trabajar en el lenguaje corporal no sólo es importante por las señales que uno da a los rivales sino que es de capital importancia en la retroalimentación de información con uno mismo.

El psicólogo deportivo trabaja con diversos recursos para que el deportista llegue en óptimas condiciones emocionales a la competencia. Los más importantes son: el control de la respiración, la relajación, la visualización, el empleo de la música.
Que el atleta lleve un diario, con el registro sistemático de qué y cómo se sienten previo a los eventos competitivos es el primer paso para iniciar el trabajo de preparación mental.

Por lo tanto es una labor conjunta de los entrenadores, preparadores físicos y de nosotros, psicólogos deportivos, preparar a los atletas para sortear esos momentos previos de la manera más eficaz para que no colapsen en sus actuaciones.

(lo dicho en relación al video es ilustrativo, no pretende ser concluyente sino abrir a la reflexión de los abordajes de la psicología deportiva)

Este artículo fue publicado en la página www.remodeprimera.com.ar con el título "MOMENTOS PREVIOS A LA COMPETENCIA"

viernes, 4 de julio de 2014

Trabajar en las previas
 para disfrutar las vísperas y optimizar el rendimiento


“¡Thirty seconds to go!
El tiempo no se acelera, al contrario, parece que se detenga. 
Es como si el mundo corriera alrededor mientras está detenido para nosotros.
La gente grita al otro lado de las vallas, pero no oigo nada.
El silencio es total, absorbido por la tensión que desprende la espera del disparo de salida. 
Mi pulso cobra cada vez mayor rapidez y potencia. 
Soy capaz de oír cada uno de los latidos de mi corazón en cualquier parte del cuerpo:
en la cabeza, manos, piernas... Dentro de mí empieza la cuenta atrás. 
Veinte, diecinueve, dieciocho, dieciséis. 
Siento cómo las fuerzas huyen de mí y me siento inestable. 
Las piernas están rígidas pero temblorosas, no parecen capaces de sostener mi cuerpo. 
Estoy convencido de que si sigo así un segundo más me voy a caer al suelo. 
Diez, nueve, ocho, seis. 
No sé si el tiempo se detiene por completo o si todo se acelera a una velocidad incontrolable. 
Ahora ya no solo me tiemblan las piernas, ahora todo mi cuerpo parece pesado y torpe, incluso sería complicado mover los labios para gritar. 
Si nadie me sujeta me voy a caer al suelo. 
Tres, dos, uno... 
De repente, vuelve el ruido, 
estoy inmerso en este mundo que gira con velocidad, 
y me siento desorientado
 unas décimas de segundo antes de que mi cuerpo responda
 con fuerza tirándome hacia delante.
 Ahora es ligero como una pluma y es capaz de avanzar a gran velocidad sorteando con agilidad cuantos corredores se me cruzan por el camino hasta situarme a la cabecera de la carrera.” 
(del libro "Correr o Morir" de  Killian Jornet,)

Elegí este fragmento para ilustrar los estados emocionales previos a los eventos competitivos. Todos los que hacemos deporte hemos pasado alguna vez por esas sensación de querer que el enfrentamiento comience de una vez o de no poder tolerar un segundo más la ansiedad.  Si bien es esperable que ello acontezca, frecuentemente se le pueden presentar al deportista con una antelación inusitada (una semana antes) o con una intensidad desmedida, tanto para el polo de la apatía como de la manía, provocando problemas en el descanso, en la concentración, en la motivación, en la toma de decisiones, en la coordinación, etc.
Obviamente de no ser sorteados de manera eficaz, estos estados emocionales previos provocan una merma en el rendimiento.
Por todo ello es aconsejable que el entrenador esté atento a estos cambios y solicite, de ser necesario, la colaboración de un psicólogo especializado en deporte.
La labor psicológica incluye:
-que el atleta adquiera un repertorio de temas músicales, tanto de relajación como de motivación y las use según sea pertinente. El uso de la música de manera sistemática potencia la formación de un óptimo estado emocional de pre arranque.
-trabajar en el control de la respiración: ayudar a que el atleta tome conciencia de qué situaciones perturban su respiración y proveerle el conocimiento para que mantenga un ritmo respiratorio adecuado a los distintos requerimientos de la competencia. La respiración es una herramienta de usos múltiples: activa y energiza; regula las emociones; focaliza la atención; conserva la calma y el aplomo.
- uso de la relajación: aprender a reparar en las señales tensión y su localización en el cuerpo. El aflojamiento de las zonas tensas colabora en la reducción del estrés y previene las lesiones.
- hacer prácticas imaginadas o visualizaciones: es la oportunidad de recrear mentalmente lo que se quiere lograr integrando la mayor cantidad de sentidos de manera vívida. Al anticipar el escenario de la actuación se genera autoconfianza a la vez que se incrementa la sensación de control de las respuestas emocionales.

Es deseable que a lo largo de su carrera deportiva el atleta aprenda a reconocer sus emociones previas y progrese en el control de las mismas, tanto  para disfrutar de su actividad como para optimizar su rendimiento.




-Traducida al portugués por el Sr. Wladimir Togumi y publicada en Adventuremag
el 20/09/2014

-Publicada en Extreme Experience septiembre de 2014

-Compartida en Facebook por GEOtraining, Rosario Extrema, Triatlón San Pedro


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