“Cuanto
más relajados y dispuestos
están
los músculos,
mayor
será la variedad de movimientos
que
puedan hacer.”
“Free Play:
La improvisación en la vida y en el arte”
Stephen
Nachmanovitch
Un
cuerpo tenso es un cuerpo corto. Sea cual fuere el deporte que practiques, éste
requiere un cuerpo relajado, distendido, que fluya en sus movimientos. Así como
el metal se contrae y dilata según la temperatura a la que es expuesto, nuestro
cuerpo es impactado por lo experimentado a lo largo del día y la vida cotidiana
nos depara múltiples oportunidades para que nuestro cuerpo se vaya
"acortando" según las horas pasan: problemas en el trabajo,
conflictos de pareja y familia, noticias en general, caos en el tránsito, etc.
Asimismo la vida deportiva competitiva aporta lo suyo: el momento en que se
acerca una competencia importante, conflictos con el entrenador o compañero de
equipo, gestos deportivos que no salen, tiempos que no se alcanzan, etc.
Si
querés sacar provecho de cada sesión de entrenamiento, "no metas"
a entrenar el cuerpo así como viene de
la calle, de una reunión de trabajo difícil, de una discusión doméstica, etc.
Es aconsejable ir haciendo "cada vez" que inicies una sesión de
entrenamiento la rutina de tomarte unos minutos
para entrar en ese "nuevo" espacio de la manera más idónea
posible.
Los
pasos a seguir son:
1.-
Sentarse o recostarse en un lugar cómodo y tranquilo. Cerrar los ojos para
silenciar "el afuera" y favorecer la conexión con uno mismo.
2.-
Respirar relajada y profundamente.
3.-
Tomar conciencia de lo que ha pasado durante el día, lo bueno y lo malo.
Reconocer los distintos grados de tensión que pueda tener nuestro cuerpo. ¿Hay
zonas del cuerpo o músculos que tengan más tensión de la necesaria para la
actividad que estás por empezar?
4.-
Si los hubiera, hacer ejercicios de tensar y relajar para proporcionarles la
tensión necesaria, siempre respirando profundamente.
5.-
Cuando se logra la armonía requerida, lentamente abrir los ojos e ir
abandonando la posición de relax para iniciar el entrenamiento.
Cuando
esta rutina se haya convertido en hábito en la previa a los entrenamientos, se
puede utilizar en las previas a las competiciones. Es conveniente compaginarla
con la entrada en calor física.
Para
concluir, ¿cuál es el beneficio de realizar esta actividad previa?
-
Si inciás tu actividad deportiva con un cuerpo tenso y por ende corto, vas a
necesitar más pasos, más brazadas, más pedaleadas, etc. para lograr el mismo resultado
-
un cuerpo tenso, al igual que la cuerda de una guitarra, es un cuerpo más
propenso a "romperse".
Les
comparto un video de Asafa Powell en el Campeonato Mundial de Osaka 2007:
Lic.
Susana Avella
Psicóloga
- UBA
MP
93.258
No hay comentarios:
Publicar un comentario